Celebración de los años ( a Eduardo Galeano)
Nació en Montevideo, Uruguay. Eso fue el 3 de septiembre de 1940.
Creció.
Escribió y llegó a la gente en mensajes de papel transparente, con esquirlas de tinta social.
Es periodista, escritor y expresionista de ideas y pensamientos apasionantes.
Eduardo Galeano escribe desde adentro, desde lo más profundo de la memoria.
Y mira, con ese ojo crítico que enaltece las verdades humanas y aborrece la injusticia ambulante.
Nos cuenta una, doce o mil historias diferentes que jamás dejarán de tocar el corazón, de modificar el presente de las cosas hasta volverlo melancolicamente poético. Irracionalmente estremecedor. Justamente certero.
En el día de su cumpleaños, nuestra admiración hacia él y sus tantos escritos regalados al lector, envueltos de literatura, sabiduría y poesía.
para CRUZAGRAMAS
Celebración de las bodas de la razón y el corazón
¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos?
Desde que entramos en la escuela o la iglesia, la educación nos descuartiza: nos enseña a divorciar el alma del cuerpo y la razón del corazón.
Sabios doctores de Ética y Moral han de ser los pescadores de la costa colombiana, que inventaron la palabra sentipensante para definir al lenguaje que dice la verdad.
La desmemoria/2
El miedo seca la boca, moja las manos y mutila. El miedo de saber nos condena a la ignorancia; el miedo de hacer nos reduce a la impotencia. La dictadura miitar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora, la democracia, que tiene miedo de recordar nos enferma de amnesia; pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que pueda ocultar la basura de la memoria.
El miedo
Una mañana, nos regalaron un conejo de Indias. Llegó a casa enjaulado. Al mediodía, le abrí la puerta de la jaula.
Volví a casa al anochecer y lo encontré tal como lo había dejado: jaula adentro, pegado a los barrotes, temblando del susto de la libertad.
¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos?
Desde que entramos en la escuela o la iglesia, la educación nos descuartiza: nos enseña a divorciar el alma del cuerpo y la razón del corazón.
Sabios doctores de Ética y Moral han de ser los pescadores de la costa colombiana, que inventaron la palabra sentipensante para definir al lenguaje que dice la verdad.
La desmemoria/2
El miedo seca la boca, moja las manos y mutila. El miedo de saber nos condena a la ignorancia; el miedo de hacer nos reduce a la impotencia. La dictadura miitar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora, la democracia, que tiene miedo de recordar nos enferma de amnesia; pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que pueda ocultar la basura de la memoria.
El miedo
Una mañana, nos regalaron un conejo de Indias. Llegó a casa enjaulado. Al mediodía, le abrí la puerta de la jaula.
Volví a casa al anochecer y lo encontré tal como lo había dejado: jaula adentro, pegado a los barrotes, temblando del susto de la libertad.
Comentarios
Las palabras le quedan chicas.