El primero de todos los cuentos (por Vicente Battista)
El cuento inaugural, el primero de todos, tuvo que haberse gestado alrededor de una fogata. Los hombres recién habían descubierto el fuego, y en torno a ese fuego se reunían. Cada cazador explicaba, rico en gestos y parco en palabras, de que modo había atrapado a su presa. El cuento habrá nacido en una de esas tardes. Nació, se me ocurre, a consecuencia de un fracaso; del fracaso de un infortunado cazador sin hazañas para detallar. En lugar de reconocer su desventura, ese cazador frustrado se demoró contando cómo había perseguido a la bestia, cómo la había sometido. Mintió una cacería que nunca existió. Pero fue tan convincente en su relato, lo hizo tan verosímil, que transformó el embuste en una historia apasionante. Logró que su falsa historia se impusiera a las historias legítimas. Ese remoto hombre acababa de inventar el cuento. A partir de aquella tarde inaugural, la costumbre de contar no se perdió jamás. Vicente Battista (del prólogo al libro “Lo mejor de los mejores”) http://ww