Hasta siempre flaco Spinetta (por Sebastián Olaso)
Hace algunos años, un hombre ya se estaba volviendo canción, barro tal vez. Y mientras él se volvía canción, había millones que, como vos y yo, se volvían latido. A Spinetta le debemos un ejercicio de humanidad, de poesía, de goce, de lágrimas, de abrazos, de sabiduría. Spinetta nos acompañó en los primeros amores, en los mejores asados, en las soledades y derrotas más profundas. El flaco se escurría, se escurre, se seguirá escurriendo entre los parlantes para acompañarnos, para consolarnos, para alzarnos. No seríamos quienes somos por un montón de motivos, un montón innumerable de motivos. Pero Spinetta siempre es parte de los motivos que tenemos a la vista. Spinetta nunca nos rehúye, nunca se nos escapa. Tampoco se nos escapó el 8 de febrero. El hombre que ya era barro, que ya era canción, ahora está más presente que nunca. Ahí va el capitán Luis Alberto. Ahí viene. Aquí se queda. Sebastián Olaso Luis Alberto Spinetta cantor compositor musical poeta gran tip