De poetas y editores (por Sebastián Olaso)
El escritor escribe para un lector ideal, abstracto, no verificable, que casi siempre coincide con sus pares, sus amigos o su generación. Y eso no siempre indica que, efectivamente, el lector resultante sea ése. Marosa Di Giorgio escribía para las mujeres de su entorno, y su poesía trascendió todo: el género, el entorno, el espacio, el tiempo. La pregunta acerca de quién es el potencial lector es una pregunta de editor, que necesita identificar a su cliente para dirigir la publicidad de manera adecuada. El artista no puede ni debe condicionarse por ese planteo. Debe hacer su obra de acuerdo con sus inquietudes y su talento. Cuando la obra sale a la calle, se sabrá a quién le llega. La tarea de quien escribe es escribir , acercarse cada vez más a un ideal propio, y difundirse. La diferencia entre pararse en la calle a leer lo que uno escribió y presentarle una carpeta a una editorial es sutil. Siempre se tratará de una persona tratando de difundir sus escritos. Y pretender que la única