Día de la madre y la familia
Hace muchos años, el día de la madre se renombró cómo día de la familia. Pienso que esta decisión fue también como un regalo para el día de la madre: una forma de honrar a todas las madres como símbolo de la familia.
Esta semana, saldremos todos corriendo a comprarle un regalito; a mi abuela le gustaban los dibujados por nosotros.
Desde cruzagramas te proponemos regalar un texto.
Y qué tal si a ese texto lo armamos entre todos. Un gran collage de palabras construido desde la comunidad cruzagramas para todas las madres y todas las familias.
Escribí tu pedacito aquí abajo, en donde dice comentarios ↓
(lee el texto del día de la familia 2007)
Ilustración: Maternidad, de Pablo Picasso
Comentarios
A menudo me pregunto porque esperé tantos años para ser mamá. Si cuando era chica me gustaba jugar con mi hermano a que él era mi hijo y yo lo protegía. Mis muñecas eran mis hijas también. Y mis mascotas. Hasta los personajes imaginarios que habitaban mi mundo de niña.
Cuando crecí y la vida me puso a prueba me convertí en la madre chiquita de mi propia madre. Tal vez porque soy fuerte y acepté el rol aunque no me correspondía.
Pero un día, cuando menos lo esperaba, cuando los años ya me estaban anunciando que no lo lograría me convertí en mamá de verdad, con panza y alumbramiento, con pechos derramando leche y manos llenas de amor. Canté canciones de cuna y construí un nido para mi bebé. Y descubrí que había esperado ese momento siempre, que había vivido y practicado para convertirme en mamá porque ese era mi destino.
Y no importa cuanto tiempo esperé o si estuve sola, hoy tengo mi propio milagro de ojos verdes y pelo castaño. Cada vez que lo abrazo siento que lo merezco. Y cada vez que me dice “mamá” se que esa es la palabra que mejor me define.
SANDRA 13/10/2008
CAROL GUILLIGAN demostró que lo que tienen es otro enfoque del problema moral. La estructura moral con predominio del cuidado se desarrolla sobre todo en las mujeres, que no necesitan de la separación de la madre para su crecimiento.
En cambio los varones necesitan autonomía cortando los vínculos que los unen a su madre.
Esto hace que la conectividad y el vínculo, desde este punto de vista, sean los elementos primordiales en la construcción de la moralidad.
En donde hay sufrimiento siempre estamos las mujeres para acompañar, escuchar, dar, aconsejar.Es inherente al género. También en la alegría estamos presentes. La condición de mujer impregna todos los roles que desempeñamos:incluído el de madre.
Siempre lindas, putas, sensibles, histéricas, intuitivas. Las características que intentan atribuirles a nuestro género. Tratando de hacernos entrar a la fuerza en un molde que lo peor de la opresión armó.
Para quienes estamos cansadas de obedecer, de relegar, de dejar que otro elija, las madres son sobre todas las cosas MUJERES.
El nuevo ser asomaba a su puerta generosamente abierta.
"Miralo" dijo el hombre.
Ella cerró los ojos.
No los necesitaba.
Entre las piernas
Sobre su pubis
El niño y ella ya se conocían.
un giro de letras conocidas,
un collar de manos muy calientes.
Es la perla escondida en la recámara,
esa hoja de lectura reiterada
el espejo que refleja la mirada del Narciso.
Es la espera cercana en la puerta de la noche
la manta que cobija nuestra angustia
el reto impregnado de afecto montañoso
Es la mirada que construye nuestra forma
el grito del Edipo desterrado del camino
la espuma blanca y la sopa encaprichada
Es letra, sonrisa, pacto, unión, promesa.
Es sueño, mimo, pudor, sentido.
Es un momento, un resplandor, la esencia.
Es ella.
Por ello, mi respeto a todas las mujeres que decidieron tener un hijo, amarlo, respetarlo y dejarlo ser.
Mujer: en un silencio que me sabrá a ternura,
durante nueve lunas crecerá tu cintura;
y en el mes de la siega tendrás color de espiga,
vestirás simplemente y andarás con fatiga.
El hueco de tu almohada tendrá un olor a nido,
y a vino derramado nuestro mantel tendido.
Si mi mano te toca,
tu voz, con la vergüenza, se romperá en tu boca
lo mismo que una copa.
El cielo de tus ojos será un cielo nublado.
Tu cuerpo todo entero, como un vaso rajado
que pierde un agua limpia. Tu mirada un rocío.
Tu sonrisa la sombra de un pájaro en el río...
Y un día, un dulce día, quizá un día de fiesta
para el hombre de pala y la mujer de cesta;
el día que las madres y las recién casadas
vienen por los caminos a las misas cantadas;
el día que la moza luce su cara fresca,
y el cargador no carga y el pescador no pesca...
tal vez el sol deslumbre; quizá la luna grata
tenga catorce noches y espolvoree plata
sobre la paz del monte; tal vez en el villaje
llueva calladamente; quizá yo esté de viaje...
Un día, un dulce día, con manso sufrimiento,
te romperás cargada como una rama al viento.
Y será el regocijo
de besarte las manos, y de hallar en el hijo
tu misma frente simple, tu boca, tu mirada,
y un poco de mis ojos, un poco, casi nada...
José Pedroni
Poeta santafesino
Cielo desconsolado, está llorando.
Brilla el cuero estaqueao del manso río
por el que viene en cáscara rumbeada,
la fuerza porfiadora ‘e dos cariños.
En picaflor de luz, se viene abajo
la víbora quebrada en refucilo,
y cuatro vistas de lechiguaneros
van careando a la avispa del peligro.
Han quedado en el rancho tres gurises
y hace de capataza ‘e los más chicos,
la Adelaida, que a cálculo anda a gatas
en doce trancos de tropear sufrido.
Y ahi viene bellaqueando la canoa
con colchón mal doblao, donde un quejido
se levanta hecho pájaro, y le pica
justo en el corazón a Luján Pintos.
El paisano dispara de esos ojos,
dos pozos que rebalsan hasta el grito,
y es como tigre popeador aullando
que trata su negocio con el río.
Se volcó la carreta de los truenos
y de repente se encrespó el dormido,
zamarreando el restito de esperanzas
que un cortao se jugaba contra un rico.
_Tengo sed...dame un trago...
_Si se aguanta, le doy un asolivio...
_No puedo más...
_Añude...si se corta,
préndasele al porrón, métale pico.
Los hoscos cimarrones del pampero
cambiaron el torear por el aullido,
y comenzó la brava dendeveras
a trapo y pala contra viento y río.
Carga del naranjero de las nubes
los comenzó a rociar,cuando enterito
el tape bravo pa’ chaqueta y pumas
casi cayó redondo al oír el grito.
Y fue nomás, cerquita de las casas,
cuando iba con el agua a los pichicos,
que llegó, el día de la misma fiesta,
bautizao desde arriba por Dios Niño,
un gurí, el cuarto,mal chirliao de apuro,
gringo de pelo, pero de ojos, Pinto.
Atracó...Se hizo cuna el brazo fuerte
y con dos cargas sobre el pecho tibio,
se llegó hasta la casa donde el Trompa
le barría el gramillal con el hocico.
Se vino la Adelaida:
_¿Qué trae tata
pa’ los muchachos en el día del Niño?
_M`hija, de todo; y pa’ que cuide el rancho
empollerao de más, un hermanito.
Dos por los rumbos de las aguas bravas
a pala y corazón, habían salido.
Tres llegaron al rancho, y desde entonces
le dicen el Jesús al hijo e’ Pinto.
JULIO BRUNO MIGNO PARERA
ESCRITOR SANTAFESINO
¿Qué puede decirse luego de esto?
Por suerte, fui madre cuatro veces.
Nada más.
Hace rato que le he perdonado los errores. Tuve que aprender a des-idolatrarla, tuve que aprender a aceptarla, tuve que aprender a amarla.
Tuvo que aprender a quererme.
No se nace madre. No existe el instinto materno. Existe, en el mejor de los casos, una enorme voluntad de amar.
De todas formas sé que: el amor materno es el único incondicional. Es el de los grandes sacrificios y el de las alegrías más inmensas.
Deseo trabajar por una sociedad un poco más justa: que no le exija a la mujer que quiere ser madre, convertirse en heroína; que no estigmatice a la mujer que elije no serlo.
Rosario
Mamá es nido
es pan
sombra tibia
silencio sabio
paciencia
entrega sin límites
límites
amor perpetuo
poesía sublime
sangre
alimento
vida
identidad
Las manos suaves cuidan a la mujer que nos salvará. En casos, humilde acompañante. A veces, estaca de la humanidad. Siempre supo esperar esperar su tiempo.
De alguna manera sabe lo que vendrá.
Ade
…y por haberte habitado durante nueve lunas.
Por haber comido de tu cuerpo.
Por haberme dotado del llanto y a disfrutar de la risa.
Por las horas, ¿te acordàs viejita? , taladrándome con la ortografía.
Por tus castigos, que te encargaste distraída que no cumpliera.
Por tu permiso permanente a jugar a la pelota en la vereda.
Por mi papà.
Por mis hermanos.
Por enseñarme que la felicidad, consiste en la posibilidad de elegir.
Por ayudarme a crecer.
Porque me hiciste un enamorado de la vida.
Por mis cuatro hijos.
Por la familia que formaste, por la familia que formé.
Porque todavía, cuando llego loco y con los puños apretados, me alivia pensarte.
Porque me diste la vida, hoy te recuerdo viejita…aunque no estés.
Los hijos ¿estarán enemistados con las fábricas de colchones?
Espero poder entender su miedo a nuestros raguños , su llanto sin lágrimas y sus manos siempre listas.
Por todo lo que no te digo todos los días.
Sentadas debajo de racimos, un mate dulce nos contaba el día.
Y atrapábamos pétalos, como mariposas violetas, que caían sobre nuestros hombros e inundaban el aire de un perfume suave, en aquella tarde de confidencias.
Siempre atenta a mis dudas, a mis enojos, te recuerdo entera, coqueta, dispuesta.
Entonces, arranco un racimo lavanda, lo acaricio y como un ladrón lo enscondo en mi bolsillo y siento que es un modo más, de tenerte cerca.."
Susana.
Desde “mi mamá me ama, mi mamá me mima” hasta “…pobre mi madre querida, cuántos disgustos le he dado…” ¿quién no la nombró de alguna manera, alguna vez?.
Por alusión u omisión aparecen representadas en cuentos, películas, infinitas notas periodísticas acerca de abnegadas o malditas madres porque no siempre son esos seres angelicales que nos dan un beso antes de ir a dormir, muchas veces pueden ser “aquella mano que mece la cuna”.
Es difícil estar conformes con la que nos tocó. Si está en casa todo el día nos preguntamos porqué no habrá estudiado, porqué no irá a trabajar. Si sale, trabaja, va y viene la queja será porque no pasa más tiempo con nosotros.
Cuando somos chicos son esas genias que todo lo pueden, que con un “sana sana, colita de rana” superan a cualquier docto recibido en la Sorbona. De adolescentes todo lo fastidian (no importa cómo sean, siempre lo logran). De grandes empezamos a entenderlas y cuando no están tenemos un agujero en el alma que jamás podremos llenar
Ser mamá es saber que nunca más en la vida seré “yo y mi imagen en el espejo”.
Creo, por fin, que lo perfecto de mi mamá es que no es perfecta.
Gracias por todo lo que hiciste y lo que seguís haciendo.
Ari.
Eres alfa y omega,ser grandioso´maga de la vida,de tu manga sacas cualquier carta,y siempre sirve¡¡,Descansa este opus no sera perfecto pero sera lo que quieres¡¡
Voy, vengo, me llevan, me traen, desde chiquito estoy muy cuidado.
En la primaria, ¿por qué mamá no me dejaba ir a los cumpleaños? ¡ Me quedaba con un gusto amargo en la boca! Me parece que era el único que faltaba y al otro día, escuchaba los comentarios y ya no me entristecía, me enojaba. Con el pasar de los años, me fui acostumbrando.
Para entrar al secundario, no pude elegir colegio, aunque en esa edad, ni se sabe qué se quiere. Pero yo quería ser maestro y después estudiar Historia. No pudo ser. Ser maestro es no ser nada, escuché decir a papá en un almuerzo.¿Historia? Hay otras materias…Y no estudié Historia.
Al cumplir los diecinueve, viajamos a Europa y acompañados por la familia de papá recorrimos gran parte de ella. Decidieron quedarnos por un tiempo y en Italia, chapurreando primero y estudiando, mi italiano fue fluido. Nos quedamos a vivir en Italia.Mamá que sabía de mis aspiraciones, aceptó que pintara. Yo quería pintar, porque lo de Historia había quedado amordazado en el olvido. Pero la necesidad imperiosa de saber, conocer de San Martín, Belgrano, Moreno, me rondaba. Era una obsesión indefinida.
Y en cuanto pude escapar a esa sensación que me rodeaba de sentirme prisionero de los tiempos, los gustos, comencé la búsqueda difícil en bibliotecas en tierra extraña. San Martín me apasionaba, Belgrano me emocionaba y Moreno hacía como una fogata dentro de mí que no podía apagar como su fuego interior.
Volvimos a Buenos Aires por negocios pendientes de papá. Papá, que nunca se interesó por mis problemas juveniles, adolescentes.
Hubo familiares que veían en mi cara triste ante una negativa áspera de él, seca, cerrada, que no había sido tratado con cariño. Me pregunté muchas veces por qué no me hablaba con cariño ¿Saben dónde estoy hoy? Estoy en casa de Abuelas. Acabo de encontrar a mi familia. A mi abuelita, a la mamá de mi mamá, ¡viejita hermosa! Hoy soy.
Hoy soy. Soy el que soy.¡ mamá !