de viajes y mudanzas
Dice el psicoanálisis que se trata de uno los temas más traumáticos, tan fuerte como un casamiento, un nacimiento o una muerte. Vos: ¿qué opinas?
Se admiten: microrelatos, prosa poetica, poesía en verso, o cualquier otra cosa que sea breve breve, pero muy breve. Antes de participar dale una leída a las reglas generales de los collages.
Se admiten: microrelatos, prosa poetica, poesía en verso, o cualquier otra cosa que sea breve breve, pero muy breve. Antes de participar dale una leída a las reglas generales de los collages.
Comentarios
inconcisa
Estalla el verde incandescente
bebido en el muro de la tierra
Estalla el color en un gorjeo de aromas
y bulle en trueno la savia sabia
Las formas, en un evangelio de sombras
transforman nombres conforman espacio
deforman tiempo devoran ritmo
Erosiones
Eclosiones
Explosiones
Viajo hacia la nutriente de la tierra
mañana
renaceré en el árbol
Igual yo la sigo esperando.
Desnudarme los pies en el telar. Y jugar a que no me ves en el espejo.
¿Como sobreviviré dos meses más con todas éstas preguntas acechándome? ¿Falta mucho para el 28 de enero?
Y de a poco recupero lo que nunca será mío entero: las sombras del silencio.
En el medio, los pomelos y el tapiz
Tres gatos con una mirada triste
Y los cuadros procedentes de París
El cáliz griego se mudó de espacio
Y el perchero parecía más blanco
El candelabro arrinconado siempre
Mientras el orden me esperaba cauto
Sin embargo se olía a desamparo
Como que algo faltaba en el recinto
No encontré aquel pato enamorado
Ni la última copa de aquel tinto
Sólo se llevaron cosas pequeñas
Pobres ladronzuelos de baja estofa
Objetos tan valiosos en su esencia
Objetos tan pequeños en sus formas
Seguro que la noche abrió las puertas
Y entonces las sombras entraron libres
¿Cómo alguien puede robar con orden?
¿Cómo alguien puede robar sin timbres?
¿Dónde quedó el perfume de tus ropas?
¿Quién se guardó el andar de tus zapatos?
O quizá nadie ha robado nada
Y tan sólo te haz ido por un rato.
Y la paleta de colores que querés mezclar a tu manera.
Una cuchara desubicada de protocolos; en shorts y musculosa.
Frambuesa impúdica, sin pan. Con olor a piel salada de mar y ojos cansados de sol.
También, a alguna vez de taza con el humo que empañaba la ventana. El vidrio espejando un cerro ya sin nieve.
Paladar sin reloj ni brújula.
Hace quince minutos perdí el colectivo. Sobornaste vilmente al chofer para que zarpara antes. Lo sé.
Estoy sentada en el asfalto percudido que no humedeceré jamás. El horizonte se corrió de lado, me pidió que dejara de ojearlo.
Volvieron las hormigas a sacarme la lengua, algunas cantan “Buena suerte y hasta luego”.
Dejé el equipaje en la terminal y salí corriendo sin mirar.
Ahora comprendo y me da lástima: te perdiste mis ojos, para siempre.
Mudo mi incognita y trato de olvidarte.No verte aliviana mis deseos y verte estalla en mis sentidos.Que sos, que fuiste y que serás alla tan lejos.
es tan enorme,
que puede ocutarse o expandirse
perversa acecha
no mide, en consecuente
invade penas
aleja lo que quiere
me tiene presa
no alcanzo a destarme
mas de cien años
vibrando en las paredes
mil soledades
habitan sus pulmones
su corazon
es de cortezas duras
y en su escalera
se rien los fantasmas.
Me veo parada en el umbral respirando hondo, sintiendo el olor a pintura de paredes recién nacidas. Imaginando la distribución de los muebles. Viendo las caras de felicidad de mis hijos, eligiendo un dormitorio para cada uno. Las maderas de los marcos parecen haber crecido recién. Todo está limpio, todo es nuevo, no hay orificios con insectos al acecho. El aroma, mezcla de maderas y esmalte, es tan embriagador! Por fin tenemos casa nueva! Al menos hasta que despierte.
o las miradas manchas del estuco
recortar biblias de santos inservibles
o relojes de arenas movedizas
valorar los afectos olvidados
o las sorpresas de objetos encallados
atrapar el vuelo de polillas dormidas
o el rumor de cuentos en desuso
abrir ese cajón de porquerías
o esa foto solitaria y renegrida
acicalar esos trapos de emociones
o esos trajes de talles encogidos
descubrir varios nombres apilados
o ese escondite de madera despintado
encontrar doce tréboles resecos
o seis fibras de flores desteñidas
descolgar retratos de ansiedades
o telarañas espontáneas de collares
oler a ollas de aceites destapados
o a rincones polvorientos de recuerdos
Verter el llanto en la abandonada baratija
o mudarse enroscado a la mismísima valija
Pero sé que todo vuelve a empezar y que ya estaremos juntos nuevamente en algún otro lugar. Asique sigo mi rutina en paz.