Los poetas (por Sandra Russo)

Hay que cuidar la idea de la batalla cultural para que no se convierta en un lugar común, en un entremés del habla pública, en una zona habilitada para vehículos todoterreno. Hay que cuidarla del lugar común porque los lugares comunes, en el lenguaje, diariamente llevan a cabo su paradoja: cuanto más comunes y frecuentadas son algunas expresiones, menos se cree en ellas; dejan de ser palabras dichas por personas, para convertirse en implantes siliconados del discurso.

Dicho esto, me pregunto: ¿qué tan importante es para nosotros la poesía?
Me lo pregunto no internándome en un altillo a leer a Pessoa o Ungaretti sino saliendo a la calle.
Me lo pregunto, por ejemplo, en un patio de comidas de un shopping.
¿Qué tan importante es para nosotros la poesía? O en una sala de espera de dentista, o en la peluquería.


Hace unos años hubo un cambio de tendencia, y en las peluquerías clase A hay revistas de actualidad, pero también de diseño y arquitectura. Todas las mujeres leemos, en la peluquería, las de actualidad; nunca vi a nadie leer las otras. En los consultorios médicos, en cambio, lo que hay son revistas dominicales de diarios, y revistas de actualidad muy viejas: uno allí lee cómo se enamoraban los ídolos que ya se separaron. ¿Qué tan importante es para nosotros la poesía, visto y considerando que a pesar de cómo seamos y qué pensemos y dónde vivamos y a quién votemos la poesía sigue siendo la palabra que usamos en el racimo de momentos inenarrables que a cada uno nos toca? ¿Es absurdo, por ejemplo, exhortar a los peluqueros y a los médicos a que ofrezcan para esas esperas libros de poesía? ¿No estaría bueno convertir esa espera en la oportunidad de un hallazgo?

Hace unos años, cuando era legislador porteño, el querido Elvio Vitali presentó el proyecto de la Pensión para los Escritores y Escritoras de Buenos Aires. La Comisión de Cultura acaba de dar dictamen favorable, pero, ¿adivinen qué? Ahora el asunto lo debate la Comisión de Finanzas. El recorrido probable del proyecto que intenta socorrer y amparar sobre todo a los poetas es el que siempre experimenta la cultura cuando se enfrenta con las finanzas: pierde. La cultura solamente tiene chances si las finanzas están pensadas en función de una política. Por eso me pregunto qué tan importante es para nosotros la poesía, haciendo un paneo rápido por las historias de esas decenas de hombres y mujeres que en toda época, pero sobre todo en las recientes, cultivaron un arte que iba a contracorriente de todo: del mercado editorial, del gusto general, de los respectivos gobiernos, de las tendencias literarias, de los beneficios económicos, de la fama, de los contratos, de la aprobación del padre y de la madre. Hombres y mujeres que custodiaron la poesía argentina para que tengamos una. ¿Queremos o no que haya una poesía argentina?

De los poetas podemos esperar poesía, pero por qué esperamos tanto, tanto sacrificio. Nunca son poetas que viven de la poesía. Nunca es gente que trabaja de lo que sabe. Nunca pueden alimentar a sus familias o comprarse un saco con el trabajo creativo que eligen y para el que están dotados. Esos hombres y mujeres han sido y son torneros, empleadas administrativas, cajeros de banco, traductoras, gestores, cualquier cosa, se han ganado la vida como pudieron, casi nunca nombrados los Empleados del Mes. Muchos de ellos y ellas contrajeron con la poesía un compromiso que los condenó a una vejez sin red, sin reconocimiento, ni serenidad.


Me pregunto qué tan importante es para nosotros la poesía, porque como sociedad maltratamos tanto a los poetas que parece que no nos importara. Y sin embargo, pensemos como pensemos, en nuestras vidas privadas, en lo hondo, en lo que no le contamos en nadie, yo creo que siempre estamos esperando la dosis de poesía que nos corresponde. O que guardamos allí, en el motor que nos empuja cada día a hacer las cosas, los dos o tres momentos en los que la poesía se nos hizo presente y nos sentimos seres extraordinarios, de otro orden.


Lo de la batalla cultural y los lugares comunes, que mencioné al principio de esta nota, obedecían a que es necesario leer el tratamiento de este proyecto de ley desde esa perspectiva. En la batalla que perdimos, en la que idolatró el consumo desenfrenado y la desaprensión social, también perdieron los poetas. Ahora hay una oportunidad de reparar ese abandono. Deberíamos tratar a los poetas como a lo que ellos hacen, como a lo que ellos mantienen vivo, y sí nos importa y sí nos refleja. Eso que nos permite ver lo invisible, oír lo inaudible y asistir a la fiesta a la que no nos invitaron.


Sandra Russo
Publicado en la revista Página 12
Contratapa/ Sábado, 29 de Noviembre de 2008

Gracias Monica Bonifazio por esta nueva contribución a cruzagramas!

Comentarios

Anónimo dijo…
¡Que buena nota! Y todo lo que dice es verdad.
La cultura en nuestro pais nunca ha sido prioridad, como politica, de los gobiernos. Y cuando a alguno le ha interesado, la mutilan, incluyendo solo la produccion de "espectaculos". ¡Como si solo de eso se tratara la cultura!
Gracias a Moni por la contribucion y a Sebastian por publicarla. Les mando abrazos.
Bea
Anónimo dijo…
Ecelente la nota, Sandra es muy buena y la admiro!
Yo como profesional del consumo (soy publicista)trato de hacer mi contribución, manejar con respeto y siempre tratar de cuidar lo más posible el arte de la comunicación y la poesía merece un lugar privilegiado; no todos somos responsables con su manejo, su uso. Ojalá la "bestia" que llevamos dentro pudiera encontar freno. Cruzagramas gracias por difundir y hacernos pensar!
Este es un tema interesante para debatir.
Tal vez aquí sea un buen lugar para hacerlo.

Yo, particularmente creo que Tinelly, Chiquititas y Bucay, también son cultura. La revista bola también es cultural.
Probablemente no sea el tipo de cultura que a mi me interesa (ni tampoco me preocupan demasiado).
Lo que sí me preocupa es que en la viejas librerías de viejo, haya cuatro libros de Cortazar y setecientos de Paulo Coelo o cosas incluso más efímeras.
Me preocupa que las editoriales sólo publiquen novelas realistas de temas coyunturales ("La crisis de hace cinco minutos").
Pero no sólo me preocupa sino que me ocupa. Y por eso cruzagramas.
Unknown dijo…
En la sala de espera de mi mama ...puse varios libros no solo de poesia...pero ahora la gente se dedica a jugar con el celular ya nisiquiera leen las revistas cholulas...asi q no creo q hayan encontrado algo distinto en la espera..no se si es tan insolito aquello q habian intentado de poner poesias de borges por mesnaje de texto...
peroo sinceramente...no me importa...la poesia es un terreno vasto y fértil solo para aquellos que se atreven a cruzar el bosque de lo oculto... asi q esta bien... la poesia no debe ser para todos.. es mas habria que penalizarla asii se vuelve vicio prohibido...
Mónica dijo…
La osadía en palabras.

Las palabras fervorosas de la incuestionable verdad

La verdad que conduce a la virtud.

La virtud hecha semilla que dará jubilosos frutos.

Pequeña Abstrakta: cuánto se te ve !
Anónimo dijo…
no se, no tengo respuesta... pero si tengo una poesia...

http://lapoesiaquemepario.blogspot.com/2008/10/llamado-por-los-malos-poetas.html
Anónimo dijo…
Yo haría un enlace de esta nota con la que publicó Sebastián Olaso "De poetas y editores", en octubre del año pasado.
A mí tampoco me preocupan demasiado los programas de TV y las lecturas en las salas de espera. Me preocupa más, por ejemplo, que Alfaguara ofrezca poesía de Marosa di Giorgio a $95 y "Cuentos competos" de Abelardo Castillo, a $54. A la mayoría de las lecturas de poesía sugeridas en la nota, las encontré en internet y no editadas en papel.
Me preocupa más, que en las escuelas se enseñe poesía en clases de ¡50 minutos! y que durante años, cada año se repita lo mismo y se repita a los mismos autores.
Me preocupan algunos académicos y escritores, que critican la fusión de las nuevas tecnologías con la literatura, tal vez porque se olvidaron de pensar; de crear. El pensamiento creativo: busca, camina, recorre, intuye, ensaya, rompe. Y vuelve a repetir los pasos, continuamente.

Bueno, pero no todo es tan negro. El año pasado escuché el proyecto de una docente sanjuanina para trabajar poesía a partir de la jarilla (una planta del lugar) y me emocioné y se me erizó la piel.

No todo está perdido y la realidad se puede cambiar...
¡sino no estaríamos acá!
ArteDelTodo dijo…
La poesía interesante es, para mi, la que nace de las ausencias, de las faltas, de lo que no es. Es una respuesta a la negación, un relleno para los huecos que nos afectan de alguna forma. Yo escribo poesía porque no puedo dejar de escribirla.
En un mundo marcadamente materialista, pienso que creer que la poesía o cualquier forma de arte puede ocupar un lugar de preporderancia para quienes estan abocados en ganar plata, no es solo ilusorio sino que carece de sentido.
Por supuesto que quisiera poder vivir de la poesía, pero lo que mas me interesa es poder seguir escribiendo, aun, trabajando en un banco.
Juan Pablo
Luego de muchos años de trabajar en otro rubro completamente distinto, me revolucioné y ahora me dedico a la poesía y la docencia.
De todas maneras entiendo lo que propone Juan.
La clave está en, cuando alguien nos pregunta: "y vos qué sos?", responder: "soy poeta" (y tal vez, o no, agregar: "y además trabajo en un banco")

Alguien probó colgar poemas en las paradas de los colectivos? En las puertas de los baños públicos?
Claro que hay poemas y poemas. Los poemas super personales, crítpicos, tal vez no deberían salir del diario íntimo. Los demás, los trascendentes pero accesibles, hay que publicarlos en todos lados.
Por ejemplo en cruzagramas.
ArteDelTodo dijo…
Y un poco mas, pienso, los poetas, los escritores, tenemos nuestro objetivo: el arte (me refiero a los poetas y escritores que nos interesan en este análisis, no los de exclusiva intención comercial)
Los editores, en general, el suyo: ganar plata. Es, objetivamente, tan ridículo que ellos pretendan que nosotros escribamos 'lo que le gusta a la mayoría', para que estemos alineados con su objetivo de ganar plata, como que nosotros pretendamos que ellos publiquen lo que no se vende en la medida que se necesita para ser rentable. Cual sería nuestra justificación? porque es más arte (uf, con que criterio?) que otras cosas más ¿populares?.

Tenemos, a diferencia de todos los que vinieron antes, la posibilidad de publicar lo que queremos cuando queremos utilizando Internet. Lo otro, la plata, quien dice si tendrá alguna relación con la poesía y peor aún, quizás si todos estuvieramos suficientemente bien, nos quedaría bastante menos poesía por escribir.
ALBIN dijo…
la búsqueda a la que estamos abocados, quizás resulte interminable pues no pertenece a este mundo lo que debemos hallar. Este es el destino del poeta