Los resortes de la narración (por Roberto Fontanarrosa)



Yo arranco, en lo posible y si la encuentro, de una situación dramática, de una situación de conflicto. Lo que pasa es que después la resuelvo con un tono de humor, tal vez podría continuarla más dramáticamente pero a mí me parece que el humor da otro aire. La situación de conflicto del box, el marco dramático de dos tipos metidos adentro de un ring a las trompadas, esa tensión es insuperable a nivel narrativo.
Para avanzar, necesito saber cómo termina un relato. Hay otros que no. El gordo Soriano decía que no: él arrancaba. Yo necesito saber como termina.
Estan como grabadas esas charlas que uno escucha durante años. Se trata de prestar atención no sólo para captar el lenguaje, sino para reproducirlo y lograr que el lector, después se sienta involucrado. Pero de todas formas, la situación tiene que estar en función de una anécdota.
La intención es encontrar un plus en el relato. Una cosa que tenga otro guiño.
Creo que una de las vertientes del cuento es, desde el propio asombro o ignorancia, tener algo interesante para contar. La idea básica siempre es la misma: "Mirá lo que es esto: ¡cuando vuelva y se lo cuente a los muchachos!"
Es como que hay tipos que son veteranos de la guerra de Vietnam, y otros que somos veteranos de Apocalypsis Now.
Roberto Fotanarrosa
Fuente: Suplemento Ñ Clarín 20-11-2004
Ilustración: Pintada en una pared de la ciudad de Rosario.
Tomada del sitio: 
http://www.arteyfotografia.com. ar/

Comentarios

Anónimo dijo…
Una de las mejores cosas de escribir es divertirse. Es mucho esperar pretender que el lector quede atrapado en algo que uno mismo se aburrió de escribir. Si uno empieza entretenido y se deja llevar por la diversión, al menos ya empezó bien.