Leer, escribir (Virginia Woolf)

[...] los lectores capaces de construir con unas pocas indicaciones dispersas la entera circunferencia y el ámbito de una persona viva; los lectores capaces de transmutar nuestro mero susurro en una inconfundible voz; de percibir, aunque describamos o no, una cara precisa, de intuir sin una palbra que los ayude, un pensamiento exacto -y no escribamos sino para lectores así-, esos lectores ejemplares, decimos, saben muy bien que Orlando estaba formado de muchos humores [...]

[...] Orlando era un hidalgo que padecía del amor de la literatura. Muchas personas de su tiempo, aún más las de su rango, escapaban al mal y quedaban en libertad de correr, de cabalgar o de enamorarse a su gusto [...]
[...] En la soledad el mal tomaba cuerpo más rápidamente. Ya entrada la noche leía unas seis horas más... Un apuesto caballero como él no necesitaba libros. Que dejara los libros, decían, a los tullidos y a los moribundos. Pero algo peor venía. Pues una vez que el mal de leer se apodera del organismo, lo debilita y lo convierte en una fácil presa de otro azote que hace su habitación en el tintero y que supura en la pluma. El miserable se dedica a escribir. Y si eso es ya bastante malo en un pobre, sin otra propiedad que una silla y una mesa debajo de una gotera, el trance de un hombre rico que sin embargo escribe libros es penoso en extremo.Se le escapa el sabor de todo; lo torturan hierros candentes: lo roen los gusanos. Daría el último centavo por escribir un solo librito y hacerse célebre; pero todo el oro del Perú no puede comprarle el tesoro de una frase bien hecha [...]




Agradecemos a Silvina Jegier por el envío de esta perlita a Cruzagramas.

Comentarios

Anónimo dijo…
Alguien sabe como conseguir esta fabulosa novela!

Vi la película y me parecio genial, pero el libro esta agotadisimo!
Anónimo dijo…
En el comentario anterior, me referia a Orlando de Virginia Woolf
creo que va un poco tarde, no se siquiera si lo leerás, pero Orlando se consigue. Está, está, si no lo encontrás igualmente, siempre está la posibilidad de ir a la Biblioteca Nacional y fotocopiarlo o leerlo ahí.
Espero que te sea de ayuda, es un libro espectacular. En general todo lo de Virginia es sencillamente brillante.